Es dificil conseguir sombreros de principios de siglo, y menos en buenas condiciones.
He tenido la suerte de que junto al sombrero de paja que ya vieron en otra entrada, vino este que debió ser una maravilla, pero los años han dejado una huella profunda, aún así, pienso merece la pena que se lo enseñe.
A diferencia de otros sombreros de la época que son preciosos por fuera, este es muy discreto, negro, en seda, que está ajada, rota, muy estropeada. Este lo bonito lo lleva en la parte inferior.
Como pueden ver solo un lazo, en un material parecido a paja satinada, sirve de adorno a la parte superior. Tal vez llevase otras cosas, pero de ser así, no se conservan. Personalmente creo que no llevaba nada más.
En la parte inferior del ala la belleza es total, o a mi me lo parece.
Los petalos estaban muy doblados, con pinzas y otros instrumentos, las vuelto a poner en su sitio.
En algunas zonas tiene manchitas negras, supongo que restos de hongos, por guardarlo con humedad.
Son rosas, que se extienden por todo el ala, con petalos en color naranja y diferentes tonos de rosa.
Y en la copa, como la mayoría de los sombreros de esta época, un forro en seda beis.
Una pena haberlo guardado mal, pero aún así me encanta y me considero afortunada de tener esta pieza.
He tenido la suerte de que junto al sombrero de paja que ya vieron en otra entrada, vino este que debió ser una maravilla, pero los años han dejado una huella profunda, aún así, pienso merece la pena que se lo enseñe.
A diferencia de otros sombreros de la época que son preciosos por fuera, este es muy discreto, negro, en seda, que está ajada, rota, muy estropeada. Este lo bonito lo lleva en la parte inferior.
Como pueden ver solo un lazo, en un material parecido a paja satinada, sirve de adorno a la parte superior. Tal vez llevase otras cosas, pero de ser así, no se conservan. Personalmente creo que no llevaba nada más.
En la parte inferior del ala la belleza es total, o a mi me lo parece.
Los petalos estaban muy doblados, con pinzas y otros instrumentos, las vuelto a poner en su sitio.
En algunas zonas tiene manchitas negras, supongo que restos de hongos, por guardarlo con humedad.
Son rosas, que se extienden por todo el ala, con petalos en color naranja y diferentes tonos de rosa.
Y en la copa, como la mayoría de los sombreros de esta época, un forro en seda beis.
Una pena haberlo guardado mal, pero aún así me encanta y me considero afortunada de tener esta pieza.
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