lunes, 29 de julio de 2013

Capotas regencia. Hats 1800.

Si en otros momentos históricos los sombreros se usaban constantemente por las mujeres, es en verano cuando aparte de función social, adquirían todo su valor, y cuando los sombreros de paja, que a mi personalmente, me encantan , reinaban en las cabezas de las mujeres.
En la época Regencia, de 1795 a 1825, tiene unos  bonetes deliciosos en paja.
Adornados con cintas, en su mayoría, y podían añadirse plumas, encajes, flores y frutas artificiales, e incluso joyas.
Me quedaré únicamente con los bonetes de paja, en colores naturales o teñidos, aunque los hubo de otros muchos materiales.
Ninguna mujer, rica o pobre tenia la cabeza descubierta, dentro o fuera de casa.
Para el interior de las casas llevaban unos gorritos de muselina o algodón, que mantenían debajo de las capotas que usaban en la calle, como pueden observar en el cuadro de abajo.  Hablare de ellas más detenidamente en otra ocasión.
Los encajes, bordados, cintas enriquecían estos tocados y nos daban una de la clase social, económica, si era soltera, casada, viuda.
El arte de modernizar sombreros, cambiarle las cintas, añadirle algún adorno, etc, era muy común entre las mujeres de este momento y tema de conversación frecuente que se refleja en algunas de las novelas de Jane Austen.
Todas las imágenes son sombreros de esta época, donde se pueden apreciar formas diferentes, adornados, como sucede en esta imagen con frutas, hojas, flores y cintas, uno de los más complejos.



martes, 23 de julio de 2013

Sombreros años sesenta.1960´s Hats.

Cuando arrecia el calor, si pudieramos elegir, posiblemente pensaríamos en una pamela que nos protegiese del sol.
 He recuperado las fotografías de unos sombreros de los años sesenta que se alejan bastante de la imagen de las pamelas, que también se usaron en esa década.
Son casi clochés,  en el sentido de tener alas minúsculas y una forma acampanada como los típicos sombreritos de los años 20.
El primero de paja, y el segundo de tela. Primaverales, al menos, si no veraniegos. Ambos con velo que recubre la copa.
Discretos, y sencillos, sin prácticamente adornos. Muy años sesenta  por su forma.
Es posible que ni siquiera los estrenaran, que se hicieran, llegaran a una tienda, nunca se vendieran, y acabaran  en mis manos, después de años guardados en una estanteria, o una caja, al cerrar la tienda por jubilación de su dueño.
Otra opción posible es que alguien los comprara para una ceremonia, fiesta, boda, o cualquier otra cosa que se nos ocurra, que su dueña los pusiera una o dos veces, y  quedara en el olvido en el fondo de algún
armario, hasta que en un cambio de casa, o por fallecimiento de la dueña, los herederos decidieran que tal vez en una subasta sacarian más ganancia , por poco que les dieran, que en la basura....

Sea como fuere, llegaron a mi en muy buen estado. Salvo alguna rotura del velo en el primero.
Me gusta fantasear sobre las historias que han seguido los sombreros que compro.
Algunos muy usados les imagino con vidas llenas de avatares azarosos, con dias de todo, de viento, lluvia, compartiendo muchas horas con sus dueñas.
Pero otros, como sucede con estos dos que les he puesto arriba,, están tan nuevos...que creo que fueron "flor  de un día", si es que consiguieron salir de la tienda y lucir en la cabeza de una mujer ilusionada.
 Y es que no se porqué, me imagino que una mujer que compra un sombrero, tiene que rebosar ilusiones..