Para celebrar este año el día de Santa Catalina, patrona de los sombrereros, he pensado ponerles estas imágenes.
Son fotografías de estudio, de busto la mayoría de ellas. Todas de la década de 1910.
Hace cien años más o menos, nuestras antepasadas, (de forma genérica, ya que los míos reales, creo que vestirían ropas tradicionales de mi tierra), llevaban en sus cabezas unos sombreros que nada tienen que ver con los actuales.
Es también un momento de transición entre los grandes sombreros de la década anterior y los sombreros cloché de la década siguiente.
Nos encontramos con modelos muy diferentes, salidos de las manos de expertos profesionales, muy numerosos en aquel momento.
La mayoría de ellos se hacían manualmente desde el principio al fin, y como el sombrero era complemento obligado en toda señora que se preciara.
Según el poder económico el número de ejemplares que poseía cada una era muy variable, pero no menos de dos o tres, que usaban a diario.
Como siempre, les animo a que usen sus sombreros, a que los saquen a la calle, en verano y en invierno, en todas alas épocas del año.
El sombrero no solo con una función de protección frente a la climatología, lluvia, sol, etc, o para actos sociales de gran relieve, bodas, cócteles.
El sombrero por sí mismo, porque es bonito, independientemente de circustancias muy concretas, que son en las que se usan ahora.
Felicitar a los sombrereros actuales, que en muchos casos sobreviven, pues la competencia con las grandes superficies, de los sombreros hechos en masa, y los precios de estos últimos, poco tienen que ver con lo realizado artesanalmente.
En cualquier caso, usen sombrero. Actualmente los hay de todos los precios. El gasto no es excusa, pues se pueden encontrar modelos muy bonitos a unos precios de lo más popular.
En muchos casos es la vergüenza propia, el miedo a destacar, a que te miren, a llamar la atención, lo que nos impide ponernos habitualmente el sombrero.
Me he encontrado con muchísimas mujeres que reconocen que les encantan los sombreros, incluso que tienen en casa varios modelos, pero que salvo en días de lluvia, que se colocan uno impermeable, o de mucho frío, que llevan un gorro o algo parecido, el resto no los ponen.
Así que desde aquí, felicidades a los sombrereros, y también nos toca un poquito, a todos aquellos a los que nos gustan los sombreros.
Hasta pronto y disfruten de estas preciosidades.
¡ Feliz Día de Santa Catalina !
