viernes, 13 de abril de 2018

Sombreros de principio de año

Continuando con los sombreros que compré a principios de año, y de los que ya les mostré algunos en otra entrada anterior, continuo con otro trío. 
Este primero me encanta, es tipo cloché, y con un poco de pelo, que le da aspecto aterciopelado.
Tiene una copa muy profunda, y un ala pequeña. puesto queda muy bonito.
La verdad es que cuando veo algunas de las fotos de los sombreros, no reconozco a los propios modelos, las fotos deforman lo que yo veo en la mano.
Mirando las dos fotografías anteriores, no parecen del mismo sombrero, y si lo son.
Espero estrenarlo en breve.
Este otro me recordó a los que llevaban los curas de principios de siglo. Con un ala muy grande.
Pero al no llevar refuerzo en el borde del ala, esta se cae.
Me recuerda mucho a las grandes pamelas que se llevaron en los años 70, y que han vuelto el año pasado
Este no creo que lo ponga, pero no recordaba tener uno de este tipo.
Las cuatro fotografías que pongo a continuación son de los años setenta.
Así es como queda el sombrero negro.
El otro sombrero que no es negro ( cuatro negros, el rojo y este azul), es este en un color azul que no sabría definir muy bien. No es el azul marino. 
LLeva una banda de terciopelo.
Me recuerda a algunos de los pocos sombreros que se llevaban en los años 90.
Y por fin, para acabar, otro sombrero en negro, con adornos de plumas.
Así que pueden ver que he empezado el año con sombreros, y esto para mi siempre es una alegría. 
No serán de alta costura, y seguramente no están hechos uno a uno. Pero como ya comenté son de paño, y eso ya es mucho.
Como siempre les animo a comprar sombreros, a ponerse sombreros. 
Mi problema es donde guardarlos o colocarlos. 
Hasta la próxima.

lunes, 2 de abril de 2018

Las redecillas en 1940

Las redecillas no son sombreros en si. Pero al llevarse en la cabeza, he pensado en hacer un pequeño apunte sobre ellas.
La palabra redecilla, en inglés, aparece por primera vez en torno al 725, Se aplicaba a un cubrecabezas hecho con tela o red.
Además de los sombreros, en la década de los cuarenta, fueron populares las redecillas, que ya desde la Edad Media han sido usadas por las mujeres. En unas épocas más y en otras menos, pero como el Guadiana, a veces se oculta, a veces sale a la luz, y así lo hizo en esta década.
Había redecillas de todo tipo, desde las mas sencillas a otras que llevaban adornos. Algunas se compraban hechas, y  para las mujeres de economías pobres, se hacían en casa a ganchillo.
Algunas eran muy finas y pasaban desapercibidas, eran prácticamente invisibles.
Otras podían llevar una especie de diadema para ayudar a sujetarla.
En la década de los cuarenta la escasez de materiales para la fabricación de sombreros, era notable, debido sobre todo a la guerra.
Muchas mujeres se incorporaron a los trabajos que habían dejado los hombres y de esta forma, gracias a las redecillas, podían mantener el pelo alejado de la cara y era más funcional para la vida laboral.
Las había asociadas a sombreros, tanto de las realizadas en casa, como de las compradas.
Todavía se pueden encontrar redecillas vintage en el mercado, muchas de las cuales vienen con sus etiquetas.

Lo que es más sencillo de encontrar, son los patrones de los años cuarenta para realizarlos uno mismo.
Anuncios en revistas de la época mostrando los distintos tipos de redecillas.
Una de las grandes sombrereras, como lo fue Lilly Dache, diseñó redecillas, y estas, concretamente están en el Metropolitan.
LLegaron a las clases mas altas y se combinaron con indumentaria de mas vestir, las actrices del momento también las llevaron.
Hasta pronto. Espero haberles entretenido un rato.