sábado, 25 de febrero de 2017

Carolina de Mónaco con sombrero.

En su sesenta cumpleaños, quiero rendir mi pequeño homenaje a la que fue reina de corazones, icono de la moda, niña bien que jugó a ser mala en su juventud y que llenó las portadas de todas las revistas del corazón, un fin de semana tras otro, durante décadas.
Aunque ahora está parcialmente retirada, y el glamour de Mónaco ha ido esfumándose, y ella ha dejado la primera plana para sus hijos y cuñada Charlotte, actual Princesa de Mónaco, pero que salvo en contadas ocasiones, apenas aparece...
Carolina, nacida el 23 de enero de 1957 como Carolina Luisa Margarita Grimaldi, princesa de Mónaco y Princesa consorte de Hannover, pues aunque vive separada de su tercer marido, no están divorciados oficialmente.
Hija de Rainiero III de Mónaco, y de la princesa Gracia, fue la heredera del principado hasta el nacimiento de su hermano Alberto el 23 de marzo de 1958.
Fue educada en Palacio junto a su hermano Alberto, y posteriormente en un colegio religioso de monjas de Mónaco.
A los 18 años se va a París a estudiar filosofía, y descubre la noche y las fiestas.
En esta época utiliza mucho los tocados florales.
Era muy guapa y estaba estupenda de cualquier forma, con el pelo recogido o suelto.
Y casi todos han resistido bien el paso del tiempo.
Es el centro de toda reunión a la que acude, y en una de esas fiestas conoce a Philippe Junnot, un play boy parisino dedicado a negocios inmobiliarios, y que estaba muy lejos de lo que sus padres podían desear para ella.
Diecisiete años mayor que Carolina, y con una fama de Don Juan que le envolvía, no fueron motivos suficientes para desanimar a Carolina que consiguió imponer su decisión ante sus padres, finalizando con una boda en el principado, que no gustó a casi nadie.
El 28 de junio den 1978 se casó por lo civil, y al día siguiente por lo religioso. Su matrimonio duró poco más de dos años, el 9 de octubre de 1980 se divorciaron.
Después de la separación Carolina volvió a la vida social. Sus romances fueron sonados, entre ellos con el corredor de coches Guillermo Vilas y con Roberto Rossellini.
En 1982 muere en un accidente de tráfico su madre, Gracia de Mónaco, y la vida de Carolina da un vuelco, ha de asumir funciones que antes hacia su madre, de representación y demás, en el principado.
Carolina a la vez que pidió el divorcio de su primer matrimonio, solicitó la nulidad del mismo, pero no se la concedieron. Tema muy importante, pues el Principado era, y es, oficialmente católico.
Al año y poco mas de la muerte de la Princesa Gracia, Carolina se vuelve a casar por lo civil ( no puede hacerlo por la iglesia ), con Stéfano Casiraghi, un joven italiano del que se había quedado embarazada.
Están casados desde el 29 de diciembre de 1983 hasta el 3 de octubre de 1990 en que Stéfano muere en un accidente de motora.
Durante ese tiempo tienen tres hijos y son la imagen perfecta de un matrimonio feliz que viven para enlazar fiestas y vacaciones.
1983
Se copiaban sus modelos, cortes de pelo, accesorios...todo.
1985
Lo cierto es que cualquier cosa que se ponía le quedaba bien, aunque tampoco se ponía cualquier cosa. Vestía normalmente de alta costura.
Los tocados de flores, sombreros, pamelas, formaban parte de su vestuario. Y siendo unas décadas las de su juventud,  en las que el sombrero ya había caído en desuso, podemos encontrar en la prensa numerosas imágenes de ella con este complemento.
Hay muchas de las fotos en que el parecido entre su hija y ella hace que dude de quien es quien.
Habrá en algún momento una segunda parte, después de la muerte de Setano.
En las décadas de los setenta y ochenta, no eran muchas las mujeres que usaban sombrero. Salvo las casas reales, y entre estas Carolina era una ráfaga de aire fresco frente a otras que utilizaban modelos más formales.

Hasta pronto.
Hay otra entrada dedicada también a Carolina.